Desde la perspectiva psicoanalítica, Freud nos habla de tres instancias psíquicas con las cuales trabaja la mente, el ELLO, que se encarga de satisfacer los deseos y caprichos sin encontrar límites, el YO, que permite mediar las exigencias desmesuradas del Ello, y que de forma consciente, nuestra mente buscará este equilibrio en el pensar y actuar en conjunto con el SUPERYÓ, quien se encargará de realizar un control ante las reacciones de nuestra conducta. El psicoanálisis trabaja con estas tres instancias psíquicas que son propias de cada individuo. El cómo pensamos y cómo actuamos, se lo debemos a nuestra psique.
